martes, 30 de septiembre de 2008

Lego Porno: Qué locura!

Sabíamos que existían muñecas y muñecos inflables, pero cuando descubrí estas fotos me dí cuenta de que el concepto "juguetes sexuales" adquiere nuevas dimensiones:






Hay que ser enfermo para haber prohibido la paginita web que desplegó toda esta creatividad. Oigan panitas de drew.corrupt.net, desde acá mi apoyo total si hacen de nuevo el proyecto "Legocore".

Elver, su servidor, fue un fanático de Lego desde peladito. Sí, confieso que yo también alguna vez agarré a la enfermera colorada Lego y la crucé con el despachador de gasolina Lego en tremenda atracadera sexual cuando el uno le despechaba la gasofa y la otra lo auscultaba en el consultorio. ¿Quién no?


Jejeje, oye dañado, ¡Cuidado te atrapa la abuela!

Mirándolo desde otro punto de vista, creo que también fueron nuestras primeras sesiones de educación sexual autoimpartida y, por qué no, ¡¡¡Nuestros primeros pininos en dar aportes al Kama Sutra!!! Educativamente, ¡un gran paso en el autodesarrollo del pensamiento!

También pienso que por eso es que muchos le fuimos cojiendo un desmesurado gusto a las tetas: las pobras peladas miniatura de la comunidad Lego eran más planas que tortillas de maíz para hacer tacos. Así, cuando nos enfrentamos a la realidad y vimos que nuestras amiguitas enfrentaban el incremento de "pechonalidad", terminamos por descubrile más gusto al jueguito... pero ya llevado al plano de la carne y el hueso (gastronómica y eróticamente hablando, léase el plano del bollo y la palanqueta).


Aunque también hay un lado medio gay. Dicen que esta producción salió cuando Zidane le pegó el cabezazo a Materazzi en el Mundial del 2006, pero más bien parece un mamelucazo...

Mirándolo por ese lado, y en el plano femenino, la Barbie también ayudó al derroche tetañero. Esa muñeca si que enseñó a las niñas a sacarle provecho a las chichis. Y el castrado del Ken hijueputa nos hizo quedar mal, pero también aportó, no crean mis panas. Cuando descubrieron con nosotros la "dura realidad" lo mandaron a la mierda y se quedaron prendidas de nosotros.

Claro que no todo es culeteo... Mike Stimpson, un fotógrafo amateur inglés, no se quedó tan solo en el nivel de un pajerismo infantil (de ley que también le hizo a la maldad); así que pensó darle un fin "más educado y cultural" al muñequeo. Segurito porque un día lo pescó la mamá y le dijo que hiciera cosas más productivas, como siempre. Nunca falta.

Este man reprodujo con los muñecos Lego algunos íconos históricos y culturales. Veamos algunos:


Al hijueputa de Nguyen Ngoc Loan, jefe de la policía nacional survietnamita y agente de la CIA, ejecutando a un supuesto miembro del Vietcong, durante la guerra de Vietnam.



"Lunch atop a Skyscraper" (Almorzando arriba de un rascacielos), una famosa fotografía de Charles Ebbets de 1932.



Las protestas en la plaza de Tiananmen, en China, donde a los chinos comunistas casi se les cae su sistema.

Ni más está agregar que hasta George Lucas ha sido adicto a estos muñequitos, y como muchas ya saben, sacó sus "Lego Star Wars":


Yo también quiero hacer mi parte. A ver si sacó versiones Lego de las películas porno de Joe D'Amato y un libro de "Historia ecuatoriana Lego" cague de risa, con Nebot y Correa sacándose la chucha, el verdadero encuentro de Simón Bolívar y San Martín, y las aventuras eróticas de García Moreno y la Marieta de Veintimilla. Jejeje!

lunes, 29 de septiembre de 2008

¡¡¡Hitler Palpatine!!!

Dicen que el Imperio Galáctico de "La Guerra de las Galaxias" estaba inspirado en el Tercer Reich alemán y la maquinaria de guerra nazi (ver a los Moffs o gobernadores del Imperio, por ejemplo). Entonces, bien podríamos escuchar esto de la boca de Hitler:



Chucha, ahí sí creería en los ovnis nazis... ¡George Lucas de a verga! Tus precuelas hicieron bolsa mi hipótesis de que el Imperio era un Tercer Reich que se expandió por la galaxia en otra línea de tiempo... ¡Barájate!

domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Quién sería el verdadero Príncipe de Zamunda?

El otro día veía en el cable la película "Un príncipe en Nueva York", de Eddie Murphy y luego me preguntaba: ¿Si existiera un verdadero príncipe Akeem de Zamunda en el mundo real, quién chucha sería?


Zamunda, lógicamente, es en la peli un imaginario país africano. Así que webeando como siempre, el primer paso que dí fue buscar monarquías africanas en Google.

Los primeros resultados, además de pocos (tan solo 4 en total) no fueron alentadores: El rey Mohammed VI de Marruecos, descartado (no era afro, sino árabe el pobre y triste).

El rey Letsie III de Lesotho, ni verga. Estaba muy viejo. En lo único que se parecía en algo a la película es que Su Alteza Letsie se parece bastante al rey Jaffe Joffer de Zamunda, interpretado por James Earl Jones (la voz de Darth Vader), el papá del príncipe Akeem.


Igualitos los veteranos. Qué elegancia!

De ahí, quedaba el emperador Bokassa I (chuta, qué jetota se habrá manejado!), pero este man también quedó fuera de la lista de one ping pong.


Bokassa I, monarca del efímero Imperio Centroafricano (actual República Centroafricana), en la ridícula coronación que costó 20 millones de dólares y a la que no asistió ninguno de los invitados extranjeros.

El tal Bokassa quedó fuera porque en primer lugar, como dirían los aristócratas "no era de cuna", tan solo un coronelucho que dio un golpe de estado, se proclamó presidente vitalicio y luego le entraron las ínfulas de autocoronarse emperador y crear una monarquía de la nada; y en segundo lugar, porque era un gorila más bien de la talla de otro dictador como Idi Amin Dada (se dice que al igual que Amin, Bokassa era caníbal: se comía a sus enemigos e incluso los torturaba personalmente).

Así que por descarte, la única opción (porque ya no queda otra) es Suazilandia, un pequeño reino de 17.363 km2 (casi de igual tamaño que la provincia del Guayas) ubicado dentro de Sudáfrica, y su soberano, el rey Mswati III.


Este Mswati III sí se cree la gran mierda. Al igual que el príncipe Akeem, "destila glamour por todo lado", como diría la Angela Barahona.

Razones del parecido:

1) Es el único soberano absolutista de África. Mohammed VI y Letsie III son monarcas constitucionales no más, o sea, valen verga; Mswati III es un bacán: hace lo que se le canta el culo y gobierna por decreto.


Mswati III es un chepo.

2) Es un pobre hijueputa al que le apesta la plata y se da la gran vida: tiene 11 esposas (¡qué aguante!); ha ordenado contruir 11 palacios, uno para cada una, que le han costado 12 millones de euros; se compró de un chiripazo 10 BMW por más de un millón de dólares, aparte de su Rolls Royce que le costó 500.000 dólares; y tiene su propio jet privado de lujo (que costó un cuarto del presupuesto nacional de Suazilandia).


Un mapa satelital de Suazilandia. (La línea negra marca sus fronteras) Les aseguro que lo único que podría verse serían los palacios que tiene este cara de la gran verga.

3) A Su Majestad le tienen que desfilar 50.000 peladas con las tetas al aire cada vez que le entran ganas de escoger nueva esposa...:


Un cortejo en Suazilandia.


Un cortejo en Zamunda. En bolas o no, igual se exhiben.


Su Majestad, con su traje típico para "cazar" peladas. Y él atrapa a la que quiere.



Condoleeza Rice opina: "Es un esfuerzo demasiado grande para algo tan minúsculo". Refiriéndose al país... obviamente.


4) Porque Mswati III y Akeem de Zamunda tienen sus propios billetes, con su fotito, y disponibles cuando quieran con la maquinita de hacer billegas:


Viejo de Monopolio: ¡Muérete de envidia!


5) Porque el papá de Mswati III, el difunto rey Sobhuza II, más se parece al choro de la película que asaltaba la hamburguesería (Samuel L. Jackson), que a un rey. Igualitos:


Samuel L. Jackson, en el papel del choro
en la película "Un príncipe en Nueva York"





Y aquí, el rey Sobhuza II. Con esa cara de zángano y sátiro con razón tuvo
¡¡¡70 esposas y 210 hijos!!!


6) Porque tanto Akeem como Mswati III tienen leales subditos:


El príncipe Akeem se encuentra con un "leal ciudadano de Zamunda" en la yoni.



A Mswati III
le hacen un myspace falseta y nunca falta un lacayo lambón que cae.


Pero analizando bien todo, Mswati III es un gran hijueputa. Se rifa la plata de su pequeña nación en sus lujos cojudos, persigue a sus enemigos políticos (no por algo le quieren estallar bombas) y dice que "la democracia es demasiado cara". En conclusión, nadie lo quiere.



Akeem le sacaría la chucha como se la sacó al choro en la hamburguesería.

Así que Mswati III, por ser un pobre cara de verga: ¡FUMÍGATE! Me quedo nomás con la ficción: más vale decir "I am a loyal citizen of Zamunda" que decir "I support the fucking bastard of Swaziland".
Nos vemos panas. Bienvenidos a este nuevo blog. Comenten lo que quieran.